En las cercanías de Khartum, el encuentro del Nilo Blanco y el Nilo Azul forman el gran río, una arteria de vida hasta el mediterráneo que ha sido el eje vertebrador de la civilización egipcia y de todo lo que ha venido después. Entonces su poder absorbió la riqueza en oro de Nubia y, la década de los sesenta, Hassan Fathy incorpora la belleza de las construcciones nubios a una arquitectura social revolucionaria. Paralelamente el antiguo reino Kush, en la conjunción de los dos Nilos, impone Faraones negros llegados del sur y, con el análisis de sus momias, en 1974 Cheick Anta Diop revolvió la historia de África. Seguir el Nilo, pensar el Nilo, es descubrir un universo.
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Para conocer Sudán y Egipto por el Nilo a través de... la Literatura